Todos afectados - todos responsables - todos actores: la campaña "Défi pour la Terre" (reto por la Tierra) en Francia

En estos últimos tiempos se han podido ver en las calles de París y de otras ciudades francesas una serie de carteles chocantes. Bajo la foto de un delfín muerto, acostado en el suelo de una casa, rodeado del cable de una bombilla eléctrica encendida, se puede leer: "quand tu laisses la lumière allumée sans raison, tu détruis notre planète" (cuando dejas la luz encendida sin motivo, destruyes nuestro planeta).

O también, vemos un mono acostado, cómodamente, en una bañera llena de agua y jabón, y leemos: "prendre un bain au lieu d’une douche détruit la planète" (tomar un baño en vez de una ducha, destruye el planeta). Estos carteles forman parte de la campaña titulada "Défi pour la Terre" (reto por la Tierra), iniciada por la Fondation Nicolas Hulot en mayo de 2005.

Podemos comprender que el objetivo de los creadores de esta campaña es efectivamente responsabilizar y sensibilizar al público en general sobre las repercusiones de los gestos cotidianos en los problemas ecológicos globales: el consumo de electricidad en casa contribuye al calentamiento global, el derroche de agua en casa contribuye al agotamiento de los recursos de agua. Sin embargo, podemos cuestionar la eficacia de este tipo de mensajes, o temer que tengan un efecto contrario al deseado. Este mensaje da más bien la impresión de querer culpabilizar al lector, y asustarle. El término "destrucción" que se emplea ("destruyes... ") está tan teñido de connotaciones negativas que casi nos sentimos anonadados ante la amplitud de la degradación medioambiental que ha producido nuestro olvido (de dejar la luz encendida sin motivo). Cabe también notar que el creador del mensaje omite deliberadamente referirse a los demás responsables (agentes económicos y públicos), o de matizar sus palabras con los términos adecuados (diciendo, por ejemplo, "contribuyes, a tu nivel, a la degradación del medioambiente"). Así, nos deja cargar con todo el peso de la destrucción del planeta.

Sin embargo, la "campaña eco-ciudadana Défi pour la Terre" apunta a responsabilizar al público en general y a que cada uno de los ciudadanos se comprometa en la resolución de los problemas ambientales mediante actitudes adecuadas en la vida cotidiana. La "eco-ciudadanía" se define como una contribución "al desarrollo de ideas y de actos en favor del medio ambiente, ahí donde nos encontramos". Los carteles publicitarios se han elegido deliberadamente como un medio para "trastornar" a la gente, hacerles entender su parte de responsabilidad en la degradación del medio ambiente. La campaña no se limita a denunciar nuestros actos irresponsables. Va más allá, y sugiere medios de acción. Así, en el contexto de la campaña el cuaderno "Le Petit Livre Vert pour la Terre" (el pequeño libro verde por la Tierra) que propone pequeños gestos cotidianos para la protección del medio ambiente ya se distribuyó a más de 3,500,000 personas en Francia. El libro reúne más de 100 gestos a favor del medio ambiente, clasificados por lugar de vida: los transportes, las compras, de viaje, en la escuela, en el trabajo, en la cocina, en el cuarto de baño, etc.

El sitio web de la campaña incluye una sección especialmente diseñada para los colegios. También apunta a asociar empresas y colectivos locales mediante la sensibilización de sus empleados y de sus administrados. En el marco de la campaña, se difunde el "Pacto por la Tierra", una especie de Carta que enuncia principios y compromisos: "soy consciente de que los recursos del planeta son limitados", "soy consciente de que tengo parte de responsabilidad en la degradación del medio ambiente", "soy consciente de que es urgente y posible cambiar el rumbo", "me comprometo a limitar las agresiones que impongo al planeta en mi comportamiento cotidiano", "me comprometo a ejercer mis responsabilidades de ciudadano en un espíritu solidario con los demás pueblos y las generaciones futuras".

La campaña ha podido asociar a personalidades del mundo de la cultura, de los deportes, de la ciencia y los medios de comunicación como la actriz Isabelle Adjani, el dibujante Enki Bilal, los genetistas Albert Jacquard y Axel Kahn, el campeón del mundo de atletismo Stéphane Diagana, el autor Erick Orsena y otros. La campaña también ha podido asociar a ADEME, la agencia francesa del medio ambiente y del control de la energía.

El sitio web de la operación (www.defipourlaterre.org) pone de relieve dos ideas principales: "Usted tiene más poder del que cree" y "Ninguna acción es insignificante, así que démonos prisa, todos los gestos cuentan" ». Explica que el consumo diario (de agua, de energía...) supone un desgaste para el planeta. Podríamos reducir este efecto sobre el medio ambiente con gestos sencillos en la vida diaria. El sitio web propone "lo esencial de estos gestos" a aplicar en todos los lugares de vida: en casa, en el colegio, en el trabajo, en la calle...

Asimismo, propone una sección titulada "comprender" en la que se presentan dos desafíos principales: el desarrollo durable y el cambio climático. Se explica que "la Tierra es más frágil de lo que nos imaginamos y el desgaste que impone el hombre es mucho mayor del que puede soportar... Este fenómeno de cambio climático parece poner en tela de juicio a medio plazo nuestro modelo de desarrollo." El sitio web también presenta los rasgos principales del desarrollo durable (buena gestión económica, progreso social y la preservación del medio ambiente) y su objetivo que es responder "a las necesidades del presente sin arriesgar la capacidad de las generaciones futuras para responder a las suyas".

Se presentan los principios fundamentales del desarrollo durable:
 principio de precaución: no esperemos lo irreparable para actuar
 principio de prevención: más vale prevenir que curar
 principio de economía y de buena gestión: a camino largo, paso corto... y pocos derroches
 principio de responsabilidad: el que deteriora, debe reparar
 principio de participación: todos afectados, todos deciden, todos actores
 principio de solidaridad: leguemos a las generaciones futuras un mundo viable.

En el sitio web encontramos una presentación en términos comunes, y bastante bien elaborada, del fenómeno del efecto invernadero que analiza varias nociones científicas asociadas (como la diferencia entre el clima y la meteorología). Analiza las repercusiones de la actividad humana en el clima del planeta (la agricultura, el comercio, la industria), los riesgos relacionados con el cambio climático y las interacciones del cambio climático con otros problemas globales. Los textos son cortos y la presentación es clara, está bien ilustrada, es agradable de leer y correcta desde el punto de vista de los datos científicos. Presenta los actos cotidianos relacionados con el consumo, la alimentación y nuestros desplazamientos diarios que tienen repercusiones en el cambio climático. Hace referencia al papel que desempeñan las autoridades públicas, y presenta también lo que cada uno de nosotros podemos hacer a diario para movilizarnos.

Esta responsabilización a diario incluye tres dimensiones:
 el comportamiento diario: controlar el consumo de agua y electricidad, dosificar bien los productos de limpieza doméstica...
 las inversiones corrientes: elegir bombillas de bajo consumo, instalar una cisterna de doble descarga para del inodoro ...
 las grandes decisiones: utilizar energías renovables, recoger el agua de lluvia, comprar aparatos pensando en lo que consumen...

Es interesante constatar que la presentación hace referencia a la acción ciudadana en una "democracia viva", invitándonos a invertirnos más en la vida de barrio, en las elecciones, a buscar información cuando no disponemos de ella, a unirnos en asociaciones, a participar en los debates públicos y a recurrir a los políticos locales. Expone de manera concisa iniciativas de ciudadanos a escala local de empresas comprometidas con prácticas responsables como una cooperativa de mujeres en Bamako (Malí), agrupaciones de familias en Flandes (Bélgica) que promueven la agricultura a pequeña escala respetando el medio ambiente, acciones de sensibilización de los trabajadores de dos sindicatos de Walonia (Bélgica).

El sitio incluye secciones dirigidas a los niños que presentan los mismos temas en términos adecuados para el público infantil (clima, efecto invernadero, cambio climático, soluciones posibles). Se propone a los niños adoptar "buenos gestos a diario" entre los que se encuentran compromisos como: "clasifico mi basura", "no tiro las pilas, los medicamentos ni las bombillas con el resto de la basura", "no malgasto el papel", "hago los recorridos cortos a pie o bicicleta". Especialmente para los niños, ADEME y la Fondation Nicolas Hulot lanzaron el concurso "Chantons le Défi pour la Terre" (cantemos el reto por la Tierra). Este concurso está abierto a las clases de escuelas primarias del 3 de octubre de 2005 al 1 de marzo de 2006. Se invita a cada clase a crear una canción o un video clip musical sobre los temas del reto por la Tierra: ahorro de agua y energía, cambio climático, respeto de las especies vivas, eco consumo... El mensaje dirigido a los niños está claro y se funda en la responsabilidad de todos nosotros: "Como todos producimos gases de efecto invernadero, todos debemos actuar. La tierra cuenta contigo... ¡Acepta el reto! ».