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Publicado el 10 de julio de 2005
Traducciones disponibles en: français (original) . English .

Asumir la responsabilidad en la vida diaria: el consumo responsable

por Yolanda ZIAKA

Temas generales asociados: Consumo .

Asumir la responsabilidad en la vida diaria: el consumo responsable El objetivo del movimiento de consumo responsable es sensibilizar al consumidor y conseguir que cambie su actitud y comportamiento, de modo que se comprometa a consumir productos que corresponden a criterios sociales y medioambientales.

El consumo masivo y los límites de nuestro planeta

Desde finales de la segunda guerra mundial hemos presenciado una explosión del consumo doméstico de masas, que ha seguido en aumento apoyado por la televisión, responsable de la transmisión de este nuevo estilo de vida. Hoy en día en casi todos los países e idiomas se encuentran productos y símbolos estandarizados (productos culturales). La cultura altamente consumidora e individualista se ha extendido al conjunto del planeta. La idea dominante procedente de la publicidad es que la felicidad consiste en un consumo privado e ilimitado acompañado de una insatisfacción permanente que a su vez suscita el deseo de un consumo futuro. El modelo de consumo común es completamente descuidado e irrealista en cuanto a los límites que impone el funcionamiento de los ecosistemas del planeta.

El orden económico internacional actual que se funda en esas concepciones es profundamente injusto: “... casi el 20% de la población humana, que vive sobre todo en los países del hemisferio Norte, vive inmersa en el derroche y el sobreconsumo, acaparando el 80% de las materias y energías producidas en el planeta anualmente; por el contrario, una masa de más de 3,000 millones de personas viven en la miseria y en una carencia material prácticamente total” [1].

Esta carrera desenfrenada de producción y consumo de bienes no duraderos de bajo costo tiene repercusiones graves sobre el medio ambiente: una cantidad exorbitante de residuos, la disminución de reservas de recursos no renovables, ataques al funcionamiento de los ecosistemas de los que se extraen materias primas que provocan la desaparición de especies tienen repercusiones que a su vez afectan a la economía y la sociedad.

El consumo ético y responsable

Sin embargo existen en el mundo iniciativas de modos de vida diferentes que dan prioridad a las prácticas culturales locales y a sus valores como medio de supervivencia. Entre estos movimientos se encuentra el "consumo ético" o "consumo responsable" (expresión utilizada en Europa), que surgió como crítica a la sociedad de consumo. El movimiento del "consumo responsable" se refiere a un consumo que se preocupa por el bienestar colectivo, por el impacto en los ecosistemas y la sociedad en general. Se basa en el cambio de actitudes y el comportamiento y sobre la adopción de una ética de responsabilidad a largo plazo.

El "consumo responsable" se presenta como una concienciación del poder de los consumidores que son sin lugar a dudas agentes económicos importantes. El consumidor se preocupa ante las consecuencias sanitarias y medioambientales de la agricultura industrial, empieza a preguntarse sobre el origen de los productos que consume y sobre las condiciones medioambientales y sociales de su producción. Toma conciencia de su poder y se convierte en actor.

En este sentido, actuar para consumir de otro modo significa fijarse en el destino del dinero que entregamos para adquirir bienes y servicios y ejercer presión económica a través de nuestras compras. También implica movilizarse para acceder a una información clara y actuar para ejercer presión sobre las empresas y promover la evolución de las leyes.

Desde este punto de vista, surgió el movimiento del "consumo verde", relacionado con el movimiento del consumo ético, pero que hace hincapié principalmente en el consumo de bienes y de servicios con las mínimas repercusiones posibles sobre el medio ambiente. Se trata de productos de agricultura biológica, productos cuya producción se basa en "técnicas limpias" respetuosas del medio ambiente, en el uso de energías renovables, etc. La Unión Europea publicó recientemente una guía dirigida a las autoridades públicas que incita al consumo verde en los aprovisionamientos del sector público. [2] Otra iniciativa de este tipo la protagoniza el municipio de Kolding en Dinamarca que da a sus ciudadanos el ejemplo de un estilo de consumo diferente al favorecer las compras ecológicamente responsables. [3] Esta ciudad es miembro de la red "Green Purchasers Network" que intercambia informaciones sobre productos "verdes" con otros municipios. Esta iniciativa tuvo repercusiones en las prácticas de las empresas: en la región de Kolding, más de 200 empresas ya han optado por una gestión ecológica. Algunas de ellas empiezan hoy a presionar a sus proveedores en este sentido.

El consumo responsable en el campo de la pesca

La presión de los grupos de defensa del medio ambiente a favor de la pesca responsable desde el punto de vista medioambiental y social ha aportado sus frutos y se empieza a ver en el comercio pescado ecoetiquetado. [4] El programa titulado "Marine Stewardship Council" establecido en 1996 es un ejemplo en este sentido. Este programa estableció normas e implementó indicadores que permiten certificar que el pescado procede de una fuente duradera y bien gestionada. Según los criterios desarrollados por este programa un "recurso duradero" es la pesquería comprometida con prácticas de pesca responsables, que respetan el medio ambiente, socialmente ventajosas y económicamente viables que mantienen la diversidad biológica, la productividad y los procesos ecológicos de los medios marinos.

El proceso de certificación consiste en varias etapas, se inicia por solicitud de una pesquería y tarda en obtenerse alrededor de dos años. Los primeros productos certificados por este programa se lanzaron en el año 2000 procedentes de pesquerías del Reino Unido en el caso del arenque, de Australia en el caso de la langosta y de Alaska en el caso del salmón. Hoy en día se puede encontrar pescado certificado en supermercados de países nórdicos especializados en la venta de pescado. Varias pesquerías de países en vías de desarrollo han expresado su interés por adquirir esta certificación. Este tipo de certificación provoca críticas y temores, como el hecho de que no se consulte con los trabajadores de la pesca, el hecho de que no se tome en cuenta la diversidad de las pesquerías en los países en vías de desarrollo, la cuestión del acceso al mercado, los costes elevados de la certificación o la autonomía de los pescadores en el sector artesanal. Sin embargo, este proceso muestra que existe una posible vía hacia la responsabilización en el sector de la pesca, que se basa en el peso de las iniciativas de los ciudadanos informados y principalmente en la responsabilización de los consumidores.

El mensaje del movimiento del consumo ético y responsable se dirige al consumidor, y lo lleva a interrogarse sobre todos los productos consumidos, sobre las condiciones en las que se producen y sobre su propia responsabilidad. Su objetivo es sensibilizar al consumidor y llevarle a cambiar su actitud y comportamiento para que se comprometa con productos que corresponden a criterios sociales y medioambientales. Este movimiento se dirige también a las políticas que intenta sensibilizar e influenciar para que se adopten políticas más favorables a un comercio que respete la dignidad humana y el medio ambiente. En este sentido, este movimiento desempeña un papel educativo. Sin embargo, es evidente que los avances en este sentido son mínimos y que la acción educativa debería continuarse y diversificarse más.
Sin embargo, hay que ser consciente de que la sensibilización de los consumidores no siempre resulta en decisiones de consumo, debido a falta de información sobre el impacto real de los productos, social y medioambiental, debido al precio demasiado elevado de los productos "biológicos" y "éticos", y a causa de la dificultad o incluso a veces de la imposibilidad de conseguirlos. Todo esto explica que el cambio en la mentalidad del consumidor no siempre tiene repercusiones en el acto de la compra.

[1] F. Soares y Nelson Diehl (coordinadores), “Consumo ético”, Serie de Cuadernos de Propuestas para el Siglo XXI, Fundación Charles Léopold Mayer, 2001, http://www.alliance21.org/2003/arti...

[2] Comisión Europea, “Buying green! Handbook on green public procurement”, Documento de trabajo interno, SEC (2004) 1050, Bruselas, 2004.

[3] I. Ranson, P. Maquet Makedonski, Y. de Morsier (coordinadores), “El territorio, lugar de las relaciones: hacia una comunidad de vínculos y de solidaridad”, Serie de Cuadernos de Propuestas para el Siglo XXI, Fundación Charles Léopold Mayer, 2001, http://www.alliance21.org/2003/arti...

[4] International Collective in Support of Fishworkers (ICSF, coordinador), “La pesca artesanal frente a los desafíos del siglo XXI”, Serie de Cuadernos de Propuestas para el Siglo XXI, Fundación Charles Léopold Mayer, 2001, http://www.alliance21.org/2003/arti...

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