Experiencia de promoción de la Carta de las responsabilidades humanas en Filipinas, "Girl Children Day"

Cada uno de nosotros ya tuvo una experiencia que cambió su vida para siempre.

Soy una trabajadora social, actora de desarrollo. Estoy involucrada en un trabajo que apunta a cambiar la sociedad para que nuestro mundo se vuelva un mejor lugar para la humanidad. A veces trato de encontrar las influencias en mi vida. El momento que cambia una vida. ¿Es el amor y la atención que recibí en los cursos de educación religiosa del domingo con los metodistas lo que me inspiró el deseo de volcar ese amor y esa atención hacia la sociedad? ¿Es el hecho de haber estado confrontada desde muy pequeña con comunidades pobres cuando acompañaba a mi padre – un político – a sus hogares? ¿O es mi pertenencia a un grupo popular indígena en tanto miembro de una organización católica cuando era estudiante?

Pensando en esos períodos que cambiaron mi vida, me pregunté si el festejo de la “Jornada de las Niñas” dedicado a los Derechos y las Responsabilidades habría tenido un impacto sobre el centenar de niñas que allí participaron. Se trataba de niñas de entre 10 y 14 años, provenientes en su mayoría de escuelas públicas y de comunidades pobres y que fueron invitadas a esta jornada - co-apadrinada por cuatro organizaciones (el Center for Positive Futures, un liceo para niños de bajos recursos económicos, la Fondation Buklod Tao (« Unidad de los Pueblos »), una organización comunitaria involucrada en la gestión de desastres naturales y la causa ambiental, la Fundación cristiana para niños y ancianos, y el Equipo de Facilitación de la Carta de la Alianza para un mundo responsable, plural y solidario en Filipinas).

El evento empezó con una presentación y una interacción participativa sobre los derechos del niño y las responsabilidades humanas. El concepto de responsabilidad se presentó integrando tanto las responsabilidades de la sociedad hacia los niños como las responsabilidades de los mismo niños. El evento se inspiraba en primer término en la Carta de las Responsabilidades Humanas, pero se centró en la responsabilidad con respecto al medio ambiente y el respeto de la diversidad cultural.

La charla sobre los Derechos del Niño fue guiada por un libro publicado por las Naciones Unidas, con el personaje de la Rana Kermit, intitulado « Un mundo mejor para todos los niños». Comienza con la frase : « Todos los niños necesitan alimentos, pero a veces no hay suficiente para todo el mundo». Termina con la siguiente afirmación : « En todo el mundo, hombres y mujeres trabajan para que todos los niños reciban lo que necesitan. Ese será un mundo mejor para todos nosotros. Y todos los niños necesitan un mundo mejor.»

Las responsabilidades de la sociedad para con los niños se abordaron bajo el siguiente ángulo : la sociedad debe garantizar que todos los niños gocen de sus derechos.

En cuanto a las responsabilidades de los mismos niños, se centraron en la necesidad de cuidar el planeta y respetar la diversidad.

Se realizaron varias actividades para hacer visualizar a las niñas su responsabilidad para con la Tierra.

Inspirándome en la idea del equipo brasileño en su presentación del concepto de responsabilidad a los transeúntes, presenté un globo simbolizando a la Tierra para mostrar que todo el mundo está interconectado. Lo que ocurre en una parte del globo tiene efectos sobre otras partes. Vivimos en una misma tierra y todos debemos cuidarla. Fue realmente sorprendente ver a las niñas involucrarse activamente en el debate.

Otras tres actividades presentadas por grupos de 25 niñas apuntaban a desarrollar con los niños la noción de la Tierra Madre.

Noli Abinales, de la Fondation Buklod Tao, llevó un mapa en tres dimensiones de la municipalidad de San Mateo, donde viven estas niñas. De esta forma ellas pudieron ver las montañas de otra manera, casi sin árboles, vieron los ríos prácticamente secos en verano y desbordando con los tifones. Recordaron el desastre acaecido en diciembre, antes del tsunami, cuando unos tifones consecutivos causaron muchos daños, matando a tres personas en una ciudad vecina, arrasando barrios al este de Manila, en la costa del Mar de China y obligando a las familias que viven cerca del río en San Mateo a refugiarse provisoriamente en las partes altas y en la escuela primaria. Mary Ann Pagadaon dijo : « Esta actividad me hizo tomar conciencia de la deforestación ilegal y aprendí mucho sobre mi medio ambiente cercano. »

Leo Tadena de KAALAGAD, un grupo involucrado en el movimiento contra los materiales plásticos y el poliestireno, presentó una exposición interactiva mostrando cómo esos materiales son utilizados y descargados en un centro comercial de los alrededores. Explicó cómo perjudican el medio ambiente y cómo los niños pueden ayudar a reducir los residuos en su casa y en sus propias comunidades. Leo notó que « las participantes estaban interesadas y dispuestas a aprender cosas nuevas en cuanto a la manera de cuidar el medio ambiente. Se notaba en la forma en que preguntaban y en sus comentarios. También noté que la escuela tenía la voluntad de alimentar el medio ambiente y estuvo a la altura de su compromiso por un futuro positivo, particularmente en favor de la juventud de hoy.»

Por último, un grupo de alumnas dirigidos por Marjorie Abela presentó un proyecto de cultivo de lombrices (lombricultura): se las alimenta con hojas secas y luego se recoge el humus de sus excreciones. Las niñas mostraron que es una manera de utilizar las hojas secas y de producir naturalmente abono orgánico. Al principio las niñas se mostraban reticentes a manipular las lombrices, pero mostraron un vivo interés por el proyecto. Karen Joy Nasinopa declaró : « Lo que más retuve de esta actividad es cómo se usan las lombrices para obtener abono a partir de hojas secas. Antes las hojas secas eran algo que había que tirar. Ahora son un recurso. »

En la presentación sobre la diversidad se expusieron muñecas que representaban distintas razas, indicando su ubicación en el globo. El objetivo era mostrar que todos tienen algo en común : deben ocuparse de la Tierra. Y que deben respetarse unos a otros, y que la paz debe triunfar, pasando del macro concepto de la diversidad para llegar a la diversidad tal como se la encuentra entre los distintos pueblos en San Mateo. Jhonaliza Navarro declaro : « Todas las personas son únicas y diferentes, pero debemos respetarnos mutuamente y trabajar juntos. »

Más tarde, con el objeto de proseguir el proceso de visualización, se le pidió a cada niña que dejara la huella de su mano en un gran afiche. Este gesto artístico también representa la unidad de la experiencia vivida por este centenar de niñas en este día de aprendizaje y celebración.

En la segunda mitad de la jornada las niñas realizaron una puesta en escena de sus derechos y responsabilidades. Organizadas en grupos de cinco, cada grupo debía presentar un derecho o una responsabilidad. Tenían una hora para prepararse.

Los adultos, organizadores o simples participantes, se sintieron conmovidos por las representaciones. Malou Navio, de la Fundación por los niños y los ancianos, tenía lágrimas en los ojos cuando las niñas representaron el principio de asumir sus responsabilidades en la casa, con respecto al medio ambiente y a la comunidad. Declaró :”Los niños muestran una gran sensibilidad para los problemas que se plantean en sus casas, en la comunidad y en el medio ambiente. Tenemos que trabajar juntos para conectarnos con esa sensibilidad y alimentarla para que, al crecer, se vuelvan adultos comprometidos y responsables”.

Hacia el final de la jornada, las niñas formaron una organización llamada « La Niñez por el Futuro», cuya dirigente era Marjorie Abela. La organización está integrada por grupos geográficos. Cada grupo se comprometió a realizar una actividad semanal de limpieza en su comunidad, a plantar árboles, cultivar plantas y realizar una asamblea general por mes. Marjorie declaró que la organización haría que los niños sean “conscientes de nuestra responsabilidad de tratar los residuos, limpiar el territorio de la comunidad, ayudarse y apoyarse mutuamente”.

Leo Taneda, que hablaba en nombre de la campaña apadrinada por la Iglesia contra el poliestireno y los materiales plásticos, hizo un balance global del evento : « Recuerdo particularmente que el tema principal de nuestra actividad era la Jornada de las Niñas. Eso no tenía ninguna relación directa con el objetivo de mi propia actividad particular. Sin embargo, pensándolo bien, me di cuenta de que la mayor parte de los discursos sobre la ecología se refieren a un rasgo maternal – mapang-alaga (cuidar) y maaruga (alimentar). De allí la expresión de Inang Kalikasan (la Tierra Madre, la idea de que la Naturaleza cuida y alimenta a toda la esfera creada por Dakilang Maylikhale, el Gran Creador). La idea de reunir jóvenes por una causa, cualquiera que ésta sea, es muy pertinente en nuestra época. Ayudar a las niñas a tomar conciencia de sus derechos y responsabilidades desde su tierna infancia es un gran paso para establecer mejores relaciones dentro y fuera de la familia. También se volverán conscientes de la forma en que deben ser consideradas en su familia y en la sociedad – y, recíprocamente, cuáles son sus responsabilidades para con la familia y la sociedad. »

La actividad fue un factor de aprendizaje y descubrimiento no sólo para las alumnas sino también para los profesores. Rey Collante, el director del colegio, declaró: « Recién ahora capto plenamente la magnitud de los derechos del niño y nuestras responsabilidades en tanto adultos y profesores con respecto a eso. También es muy importante involucrar a los niños en el hecho de compartir responsabilidades para cuidar la comunidad y el medio ambiente. Ellos pueden entender fácilmente los conceptos y espero que eso los inspire para actuar. »

Otra profesora, Regina Bahum, dijo que « la preparación de esta actividad fue en sí misma una gran responsabilidad. Necesitamos muchas reuniones para preparar el programa, para velar por todos los detalles para el gran día y para invitar a los participantes. El éxito dependía de la participación y del apoyo de distintas organizaciones que apadrinaban el evento. Cada organización asumía una parte de responsabilidad para que este día tuviera un sentido para las niñas que participaban. Era un desafío importante organizar una Jornada de las Niñas movilizando a nuestras alumnas y a niñas de la comunidad cercana a la escuela. Esta jornada nació de un compromiso por nuestra parte de ejercer nuestras responsabilidades. La Carta de las Responsabilidades Humanas, a la cual adhiere nuestra escuela, es una inspiración que va en ese sentido. »

Nobi Abinales, de la organización comunitaria de la Fondation Buklad (community organisation Buklad Tao Foundation), prosiguió con el mismo espíritu : « la Carta de las Responsabilidades Humanas es una guía que puede ser utilizada por distintos sectores de la sociedad – por los docentes, por los líderes de las comunidades, por los niños. Completa la Carta de los Derechos Humanos y es una herramienta para elevar la conciencia de la gente. »

La jornada fue muy cansadora, particularmente para los organizadores. Pero espero que haya sido un día especial para las niñas que participaron. Ocurre pocas veces que los niños de familias con pocos recursos sean tratados con gran respeto y se les den responsabilidades, que puedan coordinar una charla de grupo, elaborar un plan colectivo, poner conceptos en escena, escuchar hablar de GRANDES cosas como los derechos y las responsabilidades. Estoy segura de que esto quedará para muchas, quizás para la mayoría de ellas, como un día especial. Son muy jóvenes, tienen entre 10 y 14 años, y esa juventud y su inocencia es lo que les permite encontrarle un sentido a esta experiencia. Quizás necesiten tiempo para ello. Pero estoy segura de que para algunas de entre ellas esto quedará como uno de esos momentos que cambiaron su vida. »

Direcciones - contactos útiles :
Center for Positive Futures, Rey Collantes
Buklod Tao Foundation, Noli Abinales
Christian Foundation for Children and Aging, Malou Navio
Alliance for a Responsible, Plural and United World
Charter Facilitation Team – Pinky Cupino
KAALAGAD, Leo Tadena