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Publicado em 14 de dezembro de 2006
Traduções disponíveis em: English . français .

Chile : la sociedad no ve a los ciegos

Una joven no vidente adhiere a la Carta y la traduce al sistema Braille

Tania, una joven ciega, tradujo en mayo 2006 la Carta al lenguaje Braille para no videntes y le impresionó su contenido. En la presente entrevista relata cómo las personas con discapacidad sufren la mentalidad discriminatoria de la sociedad chilena y como la difusión masiva de la Carta podría ayudar a cambiar estos aspectos negativos.

Tania Carvajal, 26 años, opina que la Carta de las Responsabilidades Humanas es una reflexión que incorpora a todo el mundo, que es inclusiva. La valora porque además, a su juicio, plantea lo que en nuestra sociedad "debiera ocurrir y no ocurre". A Tania le gusta la Carta y confiesa que hubiera deseado tenerla a mano hace dos años para entregársela a sus ex empleadores y a las autoridades universitarias de la carrera a la que postulara, quienes coincidieron en una misma conducta discriminatoria : la rechazaron por ser no vidente. Por supuesto que ella no siente esa condición como limitante para su desarrollo personal. En la actualidad estudia masoterapia en el Instituto Heller Keller, ubicado en La Reina, sector de la zona oriente de la capital; es cultora - intérprete de instrumentos musicales y genera los recursos para vivir a través de empleos ocasionales.

A instancias de Corporación Ayun, esta joven ciega tradujo al lenguaje Braille la Carta de las Responsabilidades Humanas, y asumió con entusiasmo su contenido dándola a conocer a sus pares, aunque admite que su valor es extensible a todas las personas con discapacidad lo que abre un inmenso reto para llegar con la Carta a ese grupo humano.

Sencilla, de apariencia frágil, pausada al hablar, conversando con Tania notamos su capacidad de decir con mucha claridad las realidades de la sociedad chilena que en su mentalidad aparentemente abierta, ignora las necesidades y no integra del modo debido a las personas con discapacidad.

¿Cómo fue tu aproximación a la Carta ?

- A mi me dijeron que la Carta se hacía en varios idiomas, entonces me preguntaron mi opinión respecto de que las personas ciegas pudieran también conocer esa carta. Entonces les contesté que sí, porque a mayor difusión y mientras más se integre a los ciegos en eso de la lectura, es mejor porque siempre hay más disponibilidad de cintas de audio o informática, pero no mucha lecto-escritura Braille. Primero fue la propuesta y de ahí, cuando la leí, me gustó. Encuentro que es muy representativa y dice muchas cosas que se debaten en una mesa o con un par de amigos o en un tema de conversación, pero quizá no llega a más de eso.

¿Cuáles han sido los comentarios a la Carta entre tus compañeros no videntes ?

- Hace pocos días hicimos la difusión y hemos estado comentando la Carta. No todos la han leído porque están recién aprendiendo el Braille; son personas que han ido quedando ciegas paulatinamente, con el tiempo y por eso aprenden después el Braille. Pero los que sí la han leído hemos debatido el tema y es como un pensar común que se comenta, pero más allá de ese círculo no tiene repercusión. La Carta interpreta el pensamiento de muchos, además que incluye a todos, de todas las áreas. Es como una reflexión general, no apunta a un grupo específico u a otro, sino que a todos. La carta incluye a todos.

Y tu propia reflexión

- Yo he vivido la experiencia, por ejemplo, de lo que dice la Carta de lo que debería pasar y no pasa, la discriminación, los prejuicios. En el ámbito laboral sí hay mucho prejuicio. Antes de venirme del sur de Chile a Santiago, a estudiar masoterapia yo traté de trabajar de operadora telefónica, traté de estudiar en una universidad. Me acordé mucho de eso cuando leí la Carta, me dieron ganas de que ellos leyeran esta Carta.

¿Qué pasó con la empresa telefónica ?

- Se aprobó un proyecto. Empecé a trabajar y extrañamente, de un momento a otro, surgió una reevaluación que no estaba contemplada, que no estaba aprobada por todos los gerentes. Y aún están reevaluando. Eso ocurrió hace dos años. No seguí trabajando.

Con el ingreso a la universidad ¿ qué ocurrió ?

- Argumentaban que no tenían la infraestructura, que no estaban preparados. En un caso se dudó de mis capacidades para esa carrera, enseñanza parvularia, habiendo tenido un año de práctica con niños, incluso niños con síndrome de Dawn. Yo soy músico, trabajé con niños videntes.Yo tenía un año de práctica, quería estudiar parvularia. Me hicieron dar todos los exámenes y los aprobé todos. Al momento de matricularme me dijeron que no, habiendo cumplido los requisitos, pero para argumentar que no me querían recibir, añadieron que yo no había pasado las pruebas necesarias, lo cual fue falso porque los pasé. Y así. Por eso me motivó la Carta, porque decía muchas cosas que deberían estar más presente de lo que están.

La dignidad, el respeto a los derechos de todos...

- Exacto

¿Crees tú que sufres la discriminación porque eres mujer o exclusivamente por ser no vidente?

- Yo creo que falta una apertura a lo desconocido. O sea, si yo no estoy relacionada con alguien ciego, sordo, minusválido, no hay ninguna preocupación por saber. Yo siento que falta aquí más universalización de la discapacidad, de querer saber a pesar de no tener a nadie sordo, ciego, minusválido, ni autista, ni Dawn. Va un poco por eso. Generalmente hay mucho miedo, al parecer más en regiones que acá. En Santiago hay más apertura en el trabajo, pero en regiones es muy difícil. Yo soy de Valdivia. Allá cuesta mucho que la persona se abra y dé trabajo a una persona ciega. Se cree que por ser ciego, no puede pensar, se puede caer, como que lo asocian con baja capacidad intelectual. O es que simplemente no quieren abrir sus puertas, cierran las puertas y no se quieren dar la oportunidad de saber que somos igual que todos, no más.

Tú señalas que hay una responsabilidad de la sociedad chilena, al no dar un tratamiento igualitario a los discapacitados

- Sí, pero también depende de cómo uno se proyecta. Yo creo que las instancias para el desarrollo están. Por ejemplo, el Colegio Hellen Keller, que imparte la carrera de masoterapia; ellos se preocupan de capacitar. Nuestro profesor principal es ciego y es masoterapeuta hace 14 años. Yo creo que las instancias se dan, pero no sirve de mucho si después quedas solo y la gente te cierra las puertas. Es decir, sin trabajo a nivel social.

Dices que el tema debe ser abordado de otro modo. ¿ En las escuelas, con leyes, tal vez?

- Es como utópico lo que voy a decir, pero siempre lo he dicho pensando en cómo se mejoraría un poco esto de la ignorancia de las personas. De partida, incluir el sistema Braille, el como hablan los sordos, en los programas de lenguajes, a nivel de colegios, de modo que sea integrador desde la infancia porque después cuesta mucho que el niño con discapacidad se pueda integrar. Yo tuve la fortuna de que a mí me integraron a un colegio común desde Kinder, pero eso no pasa con la mayoría de los ciegos. De ahí parte, de la difusión en los colegios, dar a conocer como somos.

El conocimiento de la experiencia de Tania Carvajal con la Carta nos ayudó a visualizar el poder que tendría abrir un trabajo de difusión a un sector social amplio de la población nacional - cerca de un 600 000 personas con algún tipo de disparidad física - que ven duplicadas los obstáculos para vivir con dignidad por limitantes prejuicios sociales y culturales activos en la sociedad contra los cuales es más difícil luchar. Un terreno inexplorado en el cual nos adentramos y me gustaría recibir comentarios de aliados que tengan experiencia al respecto.
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