Adelante! Los militares y la construcción de la paz

El fin del orden militar está inscrito a largo plazo en el camino hacia la democracia de nuestras sociedades, de todas nuestras sociedades. No se trata de una visión beatífica de una evolución soñada, sino de una realidad proveniente de una construcción lenta que tenemos que animar constantemente: para crear las condiciones de una seguridad que no sólo depienda de la imposición de la fuerza sino de la búsqueda permanente de un equilibrio entre los diferentes actores de un grupo cuya aspiración última, por mucho que se diga, busca más bien un apaciguamiento de las relaciones sociales y de la vida pública.
Acabamos de demostrarlo al reunir, por primera vez, a un grupo internacional de oficiales para reflexionar sobre este tema, del 6 al 10 de octubre 2005 en Chile, en un lugar dónde el proyecto habría parecido imposible hace unos años. Esto abre a unas perspectivas prometedoras.

Este encuentro internacional reunió a ex-oficiales argentinos, chilenos, uruguayos y venezolanos - de los que algunos estuvieron en prisión, o incluso fueron torturados -, oficiales brasileños, colombianos, ecuatorianos, pero también alemanes, españoles, franceses, indios y pakistanies. Fue organizado en Santiago - por la Ecole de la Paix de Grenoble (Escuela de la Paz de Grenoble) y la Fundación Charles Léopold Mayer para el Progreso del Hombre, y como colaboradores chilenos, la Corporación AYUN y el Centro de Estudios Estratégicos de la Universidad de ARCIS - sobre el tema: "Los Militares, la Paz y la Democracia ".

Ideas principales:
 Consenso sobre el papel y la función de los militares de dedicarse al servicio exclusivo del Estado para garantizar la defensa y la seguridad de la comunidad.
 Necesidad de establecer un diálogo permanente entre los actores del sector de la seguridad y de la sociedad civil con sus representantes.
 Ilustraciones de esta conciliación (ejemplo de la pareja Franceses-Alemanes, de la coexistencia pacífica entre un jefe mayor indio y un general paquistaní)
 Objetivo común: cooperación en dos direcciones principales:

• la puesta en práctica de las diferentes partes civiles complementarias (juridicas, económicas, financieras, constitucionales, etc.) de un plan global de fin de crisis a largo plazo y un intercambio con la sociedad civil;
• una integración regional sobre las cuestiones de seguridad (ej: el caso de Europa). La promoción de la integración regional de los países de América Latina es una condición indispensable para el desarrollo y la paz en el subcontinente.

Balance muy positivo: existe un consenso creciente en el mundo en cuanto a las condiciones democráticas del uso de la fuerza de y por las fuerzas armadas, sobre su papel en cuanto a la defensa y la seguridad así como en cuanto a sus límites. Las redes de intercambio entre los sectores involucrados deben desarrollarse para aprofundizar estos conceptos de seguridad mundial, integración regional y co-responsabilidad internacional.
Hay demandas para otros encuentros en Asia, en Africa, en Europa, o incluso en América del Norte. De ahora y ya, el beneficio mayor de este encuentro, redefiniendo las responsabilidades de diferentes actores, militares, políticos y de la sociedad civil, fue de recordar que la paz y la democracia conciernen cada uno de nosotros y requieren un intenso trabajo de colaboración de todos.

texto completo en francés.